Tabaquismo y enfermedades cardíacas en mujeres

mujer rompiendo un cigarrillo por la mitad

Si fuma, probablemente sepa que no le está haciendo ningún favor a su cuerpo. Pero lo hace porque quiere y lo disfruta. Además, incluso si quiere abandonar el hábito, eso no es fácil.

A pesar de los motivos por los que disfruta del tabaco, sigue siendo perjudicial para su organismo. De hecho, los paquetes de cigarrillos incluyen etiquetas de advertencia sobre cómo el producto puede aumentar la irritabilidad, la impaciencia, la hostilidad, la ansiedad y la depresión, así como causar dificultad para concentrarse, inquietud, disminución de la frecuencia cardíaca y aumento del apetito o del peso. Y esto es solo el comienzo.

La nicotina afecta al equilibro de las sustancias químicas del cerebro de modo que, cada vez que la inhala, se siente relajado, menos estresado y con ganas de más. 

¿Qué ocurre cuando intenta dejarlo? 

Tiene cefaleas fuertes, se sienta mal y sufre letargo, mareos y mal humor. ¿Es de extrañar que tantas personas sean adictas?

Es hora de que escuche a su corazón.

¿Cómo afecta el tabaco a su organismo hasta el punto de suponer un riesgo de enfermedades cardíacas? 

Puede que le sorprenda saber que el tabaco aumenta el riesgo de las enfermedades cardíacas y ataque o derrame cerebral entre dos y cuatro veces. Además, las mujeres que fuman tienen un riesgo un 25% mayor de sufrir enfermedades cardíacas en comparación con los hombres fumadores. Y, si sigue fumando, acortará su vida entre 11 y 12 años. Por tanto, a pesar de la creencia generalizada, fumar no solo ocasiona cáncer de pulmón.

Vamos a ver de qué forma afecta el tabaco a su corazón:

  • La nicotina hace que la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumenten o se disparen.

  • El monóxido de carbono, un gas nocivo que se inhala cuando fuma, y el tabaco reducen la cantidad de oxígeno que llega al corazón, al cerebro y a las arterias.

  • Dañan los vasos sanguíneos y hacen que la sangre sea espesa: el cultivo perfecto para coágulos sanguíneos.

  • Reducen la tolerancia a la actividad física y la concentración de colesterol (bueno).

  • Si toma anticonceptivos orales, puede aumentar la presión arterial y el riesgo de ataque o derrame cerebral y ataque cardíaco.

En términos generales, el tabaco daña todos los tejidos y todos los órganos del cuerpo. Esto incluye el corazón, los pulmones, la boca, la garganta, los riñones, el cuello uterino y el páncreas. Los no fumadores con hipertensión arterial o niveles altos de colesterol presentan un riesgo aún mayor de desarrollar cardiopatías cuando se los expone al humo ambiental.

Si no le basta con esto, tenga en cuenta lo siguiente: hay más de 7000 sustancias químicas en los cigarrillos y alrededor de 100 de ellas son perjudiciales para la salud. Hablamos de sustancias químicas que se utilizan para fabricar goma, pilas y reactores nucleares, conservar madera o asfaltar calzadas y carreteras. Esas sustancias son las que penetran en su organismo cada vez que inhala. ¿Todavía le sorprende que sea una causa de cardiopatías?

La buena noticia es que, cuando una persona deja de fumar, el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y un ataque o derrame cerebral se reduce. Su riesgo puede reducirse a la mitad solo un año después y sigue disminuyendo hasta que el riesgo sea tan bajo como el de una persona que no fuma. 

Ha llegado el momento de actuar y preocuparse por su salud, así como por la salud de las mujeres que quiere.

Aprenda con los siguientes documentos: how to quit smoking (PDF) y how to handle the stress of not smoking (PDF).