Los padres y cuidadores ocupados deben cuidar de sí mismos

Daughter comforting mother

En una encuesta reciente, el 12% de los visitantes del sitio web heart.org afirmaron estar demasiado ocupados cuidando de otras personas como para cuidarse a sí mismos. Pero si usted es un padre o madre ajetreado, o el cuidador de un paciente cardíaco, cuidarse a sí mismo es tan importante como cuidar de su ser querido.

Lograr el equilibrio puede ser la parte más difícil.

“Esto es especialmente cierto en el caso de un episodio cardíaco repentino”, explicó Barry Jacobs, psicólogo clínico y director de Ciencias del Comportamiento del Programa de residencia en medicina familiar Crozer-Keystone en Springfield, Pensilvania. “A medida que esa persona se recupera y comienza la rehabilitación cardíaca, los miembros de la familia deben comenzar a retomar sus otras obligaciones familiares. Sentirse cómodo al hacer esto (sabiendo que la emergencia ha pasado) suele ser complicado”.

Los padres son los cuidadores.

Cuando ocurre una emergencia cardíaca, es fácil ver cómo entran en juego los cuidadores. Pero los que cuidan a diario de sus familias también son cuidadores. Los padres ajetreados pueden pasar por alto la alimentación saludable y el ejercicio, y optar por opciones más cómodas y alimentos procesados. Con el tiempo, el escaso valor nutricional y el exceso de sales y azúcares añadidas de estos alimentos pueden tener graves consecuencias para la salud de sus hijos.

  1. Aprender sobre la salud cardíaca. Jacobs afirmó que insta a todos los estadounidenses a que tengan “conocimiento sobre los alimentos” para que sepan el valor nutricional de lo que consumen y tomen decisiones fundadas. Esto implica, en parte, aprender a leer y entender las etiquetas nutricionales, así como los ingredientes. “Puede obtener una gran satisfacción si amplía su paladar y descubre nuevos alimentos que también le agradarán”.
     
  2. Enseñar sobre la salud cardíaca. “Cuando los niños se acostumbran a comer alimentos con alto contenido de sal y azúcares añadidas, existe el peligro de que desarrollen preferencias gustativas de por vida que lleven a dietas deficientes y poco sanas”, señaló Jacobs. “Los padres de familias donde los dos progenitores trabajan, y los padres y madres solteros a menudo tienen poco tiempo para preparar comidas nutritivas.  Pero existen muchos recursos para enseñarles a preparar alimentos que son adecuados y contienen menos sal y azúcares”.
     
  3. Desarrollar la salud cardíaca. Desarrollar mejores hábitos alimentarios a menudo implica una exploración paso a paso de nuevos alimentos y recetas. Jacobs sugiere introducir de forma gradual alimentos y bebidas más saludables, que tengan buen sabor y sean buenos para toda la familia.
     
  4. Modelar la salud cardíaca. Depende de usted modelar los hábitos alimentarios que desea ver en sus hijos. La dieta de sus hijos puede contener muchas papas fritas y pocas verduras, pero guiar con el ejemplo es la mejor forma de enseñar. Empiece poco a poco, batalla por batalla. Si sus hijos devoran los refrescos, limítelos a una cantidad muy pequeña por semana y, poco a poco, restrínjalos del todo u ofrézcalos solo en ocasiones especiales.

Poco a poco se puede llegar muy lejos.

Encontrar tiempo para incluir el ejercicio físico en su vida también debería ser una prioridad. Con tan solo 30 minutos de ejercicio al día se puede reducir el riesgo de sufrir cardiopatías y derrames cerebrales.

En general, cuidar de uno mismo y a un ser querido puede ser complicado, pero resulta gratificante.

Consejos para profesionales sanitarios de cardiología

Los cuidadores de pacientes que se concentran únicamente en sí mismos pueden defraudar a los demás, mientras que los que solo se fijan en las necesidades de los demás pueden descuidarse a sí mismos. Obtenga más información sobre sus derechos como cuidador.
 
Es comprensible que deje de lado sus propias necesidades para centrarse en las necesidades de su ser querido. “Esa es una reacción normal y previsible a corto plazo, cuando el impacto de un episodio cardíaco aún es reciente”, señala Jacobs, voluntario de la American Heart Association. “Sin embargo, no es una buena estrategia para el cuidado durante semanas y meses de recuperación.  No es bueno para esa persona ni para su ser querido”.

Su consejo: Controle el ritmo de sus actividades para conservar la energía.

“Se trata de encontrar un equilibrio entre el cuidado del ser querido y el cuidado de uno mismo”, asegura Jacobs. “Descuidar nuestras necesidades puede llevarnos al agotamiento, y eso significa que no seremos capaces de prestar el tipo de cuidados que pretendemos dar a largo plazo”.

Según Jacobs, hay varios pasos en la preparación para cuidar a un ser querido después de un episodio cardíaco. 

  1. Infórmese acerca de la naturaleza del problema cardíaco o afección cardiovascular, sus tratamientos y un cronograma de recuperación.
  2. Compruebe el estado real de la situación. Valore de una forma realista lo que puede hacer por su ser querido, pero también comience a reflexionar sobre lo que podría suponer demasiado esfuerzo para usted con el tiempo, por ejemplo, dejar de trabajar para quedarse en casa.
  3. Comience a formar un equipo de apoyo para que lo ayuden con los cuidados, como la preparación de las comidas, la conducción y las tareas domésticas.
  4. Pida ayuda. Busque a alguien con quien pueda hablar sobre sus miedos y dudas. Asegúrese de que este confidente pueda transmitirle tranquilidad y apoyo emocional.

“Las personas a menudo crecen personal y espiritualmente durante el proceso del cuidado. Aprenden sobre su propia resiliencia, competencia y capacidad de autosacrificio”, asevera Jacobs. “Y descubren de nuevo lo que significa ser miembro de una familia donde hay amor”.