Enfermedad de Kawasaki: Complicaciones y tratamiento

¿Cómo se trata la enfermedad de Kawasaki?
Una vez diagnosticados, los pacientes se tratan en el hospital. La duración de la estadía varía de unos días a unas semanas. El tratamiento inicial estándar consiste en la administración de inmunoglobulina intravenosa (IgIV) y aspirina. Cuando se administra en una fase temprana de la enfermedad, la IgIV puede reducir el riesgo de sufrir problemas en las arterias coronarias. La aspirina reduce la fiebre, la hinchazón de las articulaciones, el dolor y la erupción. También puede ayudar a evitar la formación de coágulos. 

¿Cómo puede afectar a la salud cardíaca? 
Sin un tratamiento inmediato, la enfermedad de Kawasaki puede dañar las arterias coronarias y el mismo músculo cardíaco en hasta 1 de cada 4 niños. 

Durante las primeras semanas, un debilitamiento de la arteria coronaria puede dar lugar a un aumento de la pared vascular (aneurisma). Los lactantes menores de 1 año presentan el mayor riesgo de desarrollar aneurismas de las arterias coronarias.

Cuando comienza la enfermedad, el músculo cardíaco se puede inflamar, lo que afecta la capacidad del corazón de contraerse. Es posible que se presenten problemas en el ritmo cardíaco y en las válvulas cardíacas, pero son poco frecuentes. Aunque algunos de estos problemas pueden resolverse, el daño a las arterias coronarias puede ser de por vida.

¿Mi hijo tendrá problemas a largo plazo?

Con un tratamiento adecuado, la mayoría de los niños con enfermedad de Kawasaki que no desarrollan aneurismas se recuperan por completo. Por lo general, no requieren seguimiento a largo plazo. Por lo general, no requieren seguimiento a largo plazo. El descanso es muy importante.

Los niños con EK y aneurismas deben tener un seguimiento a largo plazo con un cardiólogo pediátrico y se debe traspasar su atención a un cardiólogo de adultos cuando se conviertan en adultos. 

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