Infografía Siete mitos erróneos sobre la sal y el sodio

Mito: elimina por completo el sodio para tener una buena salud.
El sodio es un nutriente esencial que controla la presión arterial y es necesario para que los nervios y los músculos funcionen correctamente, pero se necesita la cantidad adecuada.
Mito: la sal de mar contiene menos sodio que la sal de mesa.
La sal de mar es popular, pero no es menos salada. Al igual que la sal de mesa, normalmente contiene un 40% de sodio.
Mito: normalmente no le echo sal a la comida, por lo que no consumo demasiado sodio.
Se calcula que más del 75% del sodio que se consume en EE. UU. proviene de platos preparados y procesados y no del salero. Por eso es importante comparar las etiquetas nutricionales y los tamaños de las porciones.
Mito: la comida con menos sodio no tiene sabor.
Hay un rico mundo de alternativas creativas y sabrosas a la sal. Experimenta con especias, hierbas y cítricos para mejorar el sabor natural de los alimentos.
Mito: los niveles altos de sodio solo se encuentran en los alimentos.
Algunos medicamentos sin receta contienen altos niveles de sodio. Lee atentamente las etiquetas de los medicamentos y recuerda que algunas empresas fabrican productos de venta libre bajos en sodio. Consulta con tu profesional de la salud sobre el contenido de sodio en tus medicamentos recetados.
Mito: no como mucha comida salada, por lo que no consumo demasiado sodio.
El sodio se encuentra en casi todos los alimentos, incluso en preparaciones combinadas, como sándwiches, hamburguesas y tacos; arroz, pastas y cereales; pizza; carne, aves de corral y mariscos; además de sopas. Utiliza la etiqueta nutricional para elegir los alimentos con menos sodio.
Mito: mi presión arterial es normal, por lo que no tengo que preocuparme por la cantidad de sodio que consumo.
La American Heart Association no recomienda ingerir más de 2,300 miligramos (mg) al día ni superar un límite ideal de 1,500 mg al día para la mayoría de los adultos. Incluso una reducción de 1,000 mg al día puede ayudar a mejorar la presión arterial y la salud cardíaca.