Celebrar los éxitos del ejercicio

¿Qué sentido tiene trabajar arduamente si no celebras el éxito una vez que hayas logrado tu objetivo? Después de establecer tus objetivos de entrenamiento, no olvides definir cómo celebrarás tu éxito cuando alcances un hito específico. Las recompensas pueden ser tangibles o intangibles, pero recuerda que también deben ser saludables.
Recompensarse a sí mismo
Tanto si tu objetivo es sencillo, como realizar la actividad recomendada de 150 minutos por semana, o más complejo, como lograr tu primer triatlón, anota una recompensa significativa antes de comenzar tu camino hacia una mejor forma física. Y asegúrate de seguir adelante y darte la recompensa cuando alcances el objetivo.
DATE recompensas tangibles. Las recompensas tangibles son cosas que puedes sostener en tus manos o sentir inmediatamente, como ropa nueva o unas vacaciones. Otros ejemplos son los que se indican a continuación:
- Entradas para un concierto
- Salida nocturna con amigos
- Día de spa
- Relajación y tiempo a solas
- Ida al cine
- Peso más saludable
- Presión arterial más baja
- Glucemia más estable
- Mejores niveles de colesterol
- Sueño de calidad
- Mejor tono muscular
NO te des recompensas de comida. Pueden reforzar hábitos alimentarios poco saludables. Si has trabajado tan duro por realizar actividad física y posiblemente bajar de peso, pero después te recompensas con una comida o un capricho muy alto en grasas, puedes sabotear algunos de los hábitos saludables por los que has trabajado tanto.