¡Frito no! Prueba métodos sanos para cocinar
Aprende a preparar y cocinar alimentos en casa para tener un mejor control sobre el contenido nutricional de los alimentos que consumes. También puedes ahorrar dinero.
En lugar de ahogar los alimentos en harina, sal y grasa, prueba una de estas técnicas fáciles y más saludables:
Horneado: cocina los alimentos lentamente en calor seco, por lo general, en un horno.
Escaldado: hierve los alimentos brevemente (unos 30 segundos) y, luego, sumérgelos en agua fría para detener el proceso de cocción. Esta técnica es especialmente buena para las verduras que deseas mantener un poco crujientes o casi crudas.
Estofado: cocina los alimentos utilizando tanto calor seco (de un horno o un fogón) como calor húmedo de un líquido.
Asar con calor desde arriba: cocina directamente bajo una fuente de calor a alta temperatura.
Asado a la parrilla: cocina directamente sobre una fuente de calor.
Pochado: cocina sumergiendo los alimentos en líquido hirviendo a fuego lento como agua, caldo bajo en sodio o vino.
Asado: cocina los alimentos sin tapar en el horno.
Salteado: cocina los alimentos en una sartén a fuego directo usando una pequeña cantidad de líquido como caldo de verduras, jugo de frutas, vino, aceite saludable o aerosol de cocinar, o incluso agua.
Vapor: cocina en una olla tapada sobre agua hirviendo. Los alimentos conservarán más su forma, textura y sabor.
Sofreír: usa un wok o un sartén grande para cocinar los alimentos rápidamente a fuego muy alto en una pequeña cantidad de líquido o aceite. Revuelve constantemente para evitar que se peguen o se quemen.
Prueba uno de estos métodos la próxima vez que cocines en casa. También puedes buscar platos preparados de esta manera cuando salgas a comer fuera. Para quienes tengan un interés aún mayor, pueden explorar aún más términos y técnicas de cocina saludable que pueden usar para dar rienda suelta al chef que llevan dentro.
