Preeclampsia y presión arterial alta
¿Qué es la preeclampsia?
La preeclampsia es la aparición de presión arterial alta que se presenta durante el embarazo. Por lo general, comienza después de las 20 semanas de embarazo. Es posible que padezcas preeclampsia si tienes una presión sistólica de 140 mmHg o más, o bien una presión diastólica de 90 mmHg o más en dos lecturas con un intervalo de al menos 4 horas. Otros signos de preeclampsia incluyen altos niveles de proteína en la orina u otros signos de daño en los órganos.
¿Cuáles son los signos o síntomas?
Algunas mujeres no detectan ningún síntoma, pero cuando estos se presentan, se pueden incluir los siguientes:
- Dolores de cabeza sin una causa conocida y que no desaparecen con medicamentos
- Cambios en la visión
- Dolor en la parte superior del abdomen
- Náuseas o vómitos
- Dificultad para respirar
- Hinchazón rápida (edema), especialmente de los pies
En algunos casos, la preeclampsia puede empeorar y provocar problemas graves. Entre los síntomas graves, se pueden incluir los siguientes:
- Presión arterial muy alta (160/110 mmHg o más)
- Dolores de cabeza intensos
- Disfunción de los órganos
- Líquido en los pulmones
Si presentas estos síntomas, llama a tu profesional de la salud de inmediato.
¿Qué factores aumentan el riesgo de preeclampsia?
Algunos factores que aumentan las probabilidades de sufrir preeclampsia son los siguientes:
- Estar embarazada por primera vez
- Haber presentado preeclampsia en un embarazo anterior
- Presión arterial alta crónica, enfermedad renal crónica o ambas
- Problemas de coágulos sanguíneos
- Tener un embarazo múltiple
- Lograr un embarazo mediante fecundación in vitro
- Antecedentes familiares de preeclampsia
- Tener obesidad
- Tener diabetes
- Tener menos de 18 años o más de 35 años
¿Cómo se diagnostica?
La atención prenatal regular puede ayudar a detectar la preeclampsia en las primeras etapas. La presión arterial alta es un signo clave de que la preeclampsia puede estar en desarrollo. Los médicos pueden realizar análisis de orina y de sangre, y comprobar la salud física de la madre. Es posible que se necesite llevar a cabo un ultrasonido y monitoreo del bebé.
Otros signos de preeclampsia son los siguientes:
- Proteína en la orina (proteinuria)
o cualquiera de estos síntomas de aparición reciente
- Bajo recuento de plaquetas en la sangre
- Problemas renales o hepáticos
- Líquido en los pulmones y dificultad para respirar
- Signos de problemas cerebrales, como dolores de cabeza o problemas de visión
¿Cómo se trata la preeclampsia?
El tratamiento para la preeclampsia depende de algunos factores. Estos incluyen la salud general de la madre y el avance de la afección.
A menudo se utilizan medicamentos, incluidos betabloqueadores (como labetalol) o bloqueadores de los canales de calcio (como nifedipina), para disminuir la presión arterial. El profesional de la salud recetará el medicamento más adecuado para la madre.
A fin de prevenir el riesgo de que la madre sufra problemas de salud graves, es posible que se deba inducir un parto prematuro. Si la madre presenta síntomas graves y tiene al menos 34 semanas de embarazo, los expertos recomiendan que el parto se realice tan pronto como sea seguro. Si el embarazo es de menos de 34 semanas, es posible que se administre un medicamento para promover el crecimiento del bebé y contar con una mejor preparación para un parto prematuro. Si la afección de la madre no es grave, se recomienda que el parto se lleve a cabo a las 37 semanas. Los signos y síntomas de la preeclampsia pueden continuar después del parto, pero normalmente desaparecen en un período de 6 semanas.
La mayoría de las mujeres dan a luz bebés sanos y se recuperan por completo. Sin embargo, en algunos casos, la preeclampsia puede poner en peligro la vida de la madre y el bebé. La preeclampsia también puede tener efectos a largo plazo en la salud cardíaca y cerebral de la madre y el niño.
¿Cómo pueden las mujeres reducir el riesgo?
En la actualidad, no existe ninguna prueba que se utilice de forma regular en EE. UU. para prevenir la preeclampsia. Tanto la madre como el bebé se someten a controles en sus consultas prenatales regulares.
No se ha demostrado que existan formas de prevenir la hipertensión gestacional o la preeclampsia. Sin embargo, las mujeres pueden reducir su riesgo de padecer preeclampsia si toman dosis bajas de aspirina durante el embarazo. Las mujeres deben preguntar a su profesional de la salud si es adecuado tomar aspirina.
Para tener un embarazo sano, las mujeres deben hacer lo siguiente:
- Obtener atención médica oportuna y regular.
- Controlar su presión arterial en casa, si se lo indican.
- Seguir una dieta sana para el corazón.
- Practicar actividad física de forma regular.
Las mujeres con preeclampsia son más propensas a desarrollar presión arterial alta, problemas neurológicos y diabetes más adelante en la vida. En investigaciones, se indica que también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y ataques o derrames cerebrales, especialmente si la preeclampsia ocurre en más de un embarazo. Infórmale a los profesionales de la salud si tienes antecedentes de preeclampsia.
¿Es la eclampsia lo mismo que la preeclampsia?
No, la eclampsia es una complicación grave de la preeclampsia que provoca convulsiones. Puede ser peligrosa tanto para la madre como para el bebé y requiere tratamiento inmediato. Los signos y síntomas de alerta no siempre están presentes, pero la mayoría de las mujeres presentan alguno de los siguientes antes de que se manifieste la eclampsia:
- Dolores de cabeza intensos y persistentes
- Visión borrosa
- Sensibilidad a las luces intensas
- Confusión o comportamiento inusual
Si presentas cualquiera de estos signos o síntomas, llama a tu profesional de la salud de inmediato.