¿Tiene una Familia Ocupada? Pruebe Estos Sencillos Consejos para Incorporar Hábitos Saludables

Familia mezclando masa de galletas en el hogar

11 consejos para ayudarlo a usted y a su familia para que empiecen la semana de forma saludable

Compatibilizar la familia, el trabajo y la vida social puede hacer difícil comer de forma saludable o priorizar las actividades saludables.

Sin embargo, incluso las madres y familias más ocupadas pueden elaborar un plan que funcione.

Pruebe los siguientes consejos para dedicar tiempo a comidas nutritivas y hábitos saludables:

  1. Haga lo que a usted le funcione: los consejos poco realistas y los sistemas de organización costosos no sirven de nada si no se adaptan a las necesidades de su familia.

  2. Conozca sus horarios: elabore un calendario con los próximos eventos, plazos y ocasiones especiales de todos los miembros de la familia. Esto le permite encontrar intervalos de tiempo para el trabajo de preparación. Por lo general, los fines de semana son ideales, pero elija el día y la hora en que sea más productivo.

  3. Reúna con antelación los suministros necesarios para la preparación: piense en lo que simplificará su trabajo de preparación y tenga esos artículos a mano. En los recipientes aptos para el congelador se pueden guardar comidas adicionales y los contenedores etiquetados pueden ayudarlo a organizar los artículos esenciales de cada miembro de la familia, tanto para las comidas como para las actividades, con el fin de que el día fluya sin problemas.

  4. Involucre a toda la familia: asigne tareas para los niños, como llenar las bolsas de la comida o limpiar las frutas y verduras. Involucrar a todos en la planificación de las comidas, la compra de alimentos y la preparación de los platos implicará menos trabajo y más tiempo para divertirse en familia.

  5. Configure un temporizador: a veces, empezar es lo más difícil. Establezca un tiempo límite, por ejemplo, 15 minutos, y haga todo el trabajo de preparación, lavandería u organización que pueda.

  6. Simplifique la planificación de las comidas: trabaje menos, no más. Utilice atajos y busque soluciones fáciles. Escoja comidas que requieran el mínimo esfuerzo. Quién sabe… ¿Quizá tenga tiempo suficiente para darse un baño de burbujas largo y relajante? Haga una lista de las comidas favoritas de su familia que pueda ir rotando con regularidad. O bien inicie una nueva tradición familiar y considere la posibilidad de celebrar una cena temática de forma periódica. ¿Qué tal una Noche de Sándwiches Caseros los días lunes o una Noche de Espaguetis los días domingos?

  7. Forme un equipo con un amigo para realizar una fiesta ocasional de comida congelada: en lugar de preparar una comida cada vez, duplique o triplique las recetas y guárdelas para las semanas en las que esté más ocupado.

  8. Llene la despensa: compre a granel los productos que utiliza su familia. Guarde los bocadillos en recipientes más pequeños en cuanto llegue a casa del supermercado. (¡Esta es una tarea estupenda para los niños!) Cree un puesto de comida para llevar con alimentos saludables que sean fáciles de alcanzar para toda la familia.

  9. Piense fuera del hogar: asegúrese de que su trabajo de preparación saludable no termine cuando salga por la puerta. Prepare una bolsa con bocadillos nutritivos. Guarde ropa para hacer ejercicio en el automóvil, en el trabajo o en cualquier otro lugar donde pueda necesitarla. De este modo, podrá adoptar hábitos saludables cuando se presente la oportunidad.

  10. Programe una cita consigo mismo: si le cuesta encontrar tiempo para adoptar hábitos saludables, como hacer ejercicio o dormir lo suficiente, programe la hora en su calendario o programe alertas en el teléfono para que se lo recuerden. Trate estas “citas” como una reunión de negocios importante que no puede cancelar. Agregue recordatorios para aquellas cosas que sabe que debe hacer cada día, pero que a menudo se resiste. Tal vez sea estirarse, usar hilo dental o meditar. Realice dichas actividades cuando reciba el aviso.

  11. Prepárese antes de acostarse: a fin de tener una mañana más tranquila, pida a cada miembro de la familia que prepare su mochila y su ropa para el día siguiente. (Algunos madrugadores incluso querrán dormir con la ropa de deporte puesta, así tendrán una excusa menos para no hacer ejercicio cuando suene el despertador). Disfrute de una rutina relajante a la hora de acostarte, como leer, escribir en un diario o escuchar un pódcast relajante. Después, ¡disfrute de dulces sueños sobre lo preparado y organizado que está!