De Esta Manera los Adolescentes y las Madres Pueden Sobrevivir y Prosperar en Tiempos de Estrés

Adolescente que se ve estresada con su madre tratando de reconfortarla

Afrontémoslo: Criar a nuestros hijos adolescentes es cada vez más difícil.

Un día tiene a un hijo feliz y tranquilo. Y al día siguiente tiene a un adolescente estresado que lidia con la pubertad, la presión social y los exámenes.

Los adolescentes de hoy en día se ven enfrentados a nuevos desafíos y varios estudios demuestran que el estrés de los padres está en aumento. Si bien un poco de estrés puede ser bueno para nosotros, el estrés crónico o constante puede tener verdaderas consecuencias en nuestra salud tanto emocional como física.

La buena noticia es que estos adolescentes (conocidos como la Generación Z) también son la generación con más probabilidades de informar sobre problemas de salud mental y buscar ayuda de profesionales.

Ayude a su hijo adolescente a lidiar con esto

Criar adolescentes no es fácil. Recuerde ser paciente con ellos y consigo mismo. No es su trabajo resolver todos sus problemas ni exigir que sean perfectos. Tenga en cuenta que los errores y contratiempos son algo que ocurrirá en las vidas de los adolescentes. Es parte de crecer.

Como padre, preocúpese de lo básico. Demuéstreles a los adolescentes que se preocupa por ellos. Escúchelos, asista a sus eventos y cene con ellos. Seguramente algunos días se resistirán. Pero usted debe mantenerse presente de todas formas.

Otras formas de entregar apoyo a los adolescentes son las siguientes:

  • Recuérdeles la importancia de tener un horario de sueño constante, ser activo físicamente y consumir alimentos saludables a diario.
  • Ínstelos a tomarse descansos cuando sea necesario. Indíqueles que silenciar el teléfono celular, apagar la computadora portátil y alejarse de los factores estresantes les permitirá relajarse.
  • Sugiérales técnicas de relajación, tales como respirar profundo, meditar o contar hasta 10 antes de hablar o reaccionar.
  • Anímelos a realizar actividades tranquilizadoras, tales como escuchar música, pasar tiempo en la naturaleza o hablar con un amigo de confianza.
  • Enséñeles cómo dividir tareas y quehaceres abrumadores en partes manejables.
  • Ayúdelos a formar redes sociales sanas para que puedan conectarse con posibles modelos a seguir y pares positivos.
  • Permítales observar sus señales para que aprendan a superar los días difíciles.
  • Hable con un profesional de la salud si su hijo adolescente se siente abrumado por el estrés o si habla acerca de lastimarse a sí mismo o tiene pensamientos suicidas.

Comprenda el estrés de los adolescentes

Los adolescentes pasan por un complejo crecimiento mental, físico y social. También comienzan a buscar ser más independientes y establecer sus identidades como preparación para la adultez.

Es importante recordar que muchos adolescentes están lidiando con los siguientes factores:

  • Cambios corporales: Preocupaciones acerca de su apariencia personal, hormonas fluctuantes e incomodidad por desarrollarse demasiado temprano o demasiado tarde
  • Estrés social: Frustración con amigos, presión social, imposibilidad de adaptarse o ser el alumno nuevo en la escuela
  • Más responsabilidades: Deportes, trabajos de medio tiempo, cargas académicas exigentes y postulaciones a la universidad
  • Cambios en la vida familiar: Búsqueda de la independencia de los padres, enfermedad o muerte de un ser querido y vivir en un entorno o vecindario inseguro

Además de los factores estresantes comunes, los adolescentes de hoy en día enfrentas problemas graves, tales como acoso sexual y violencia con armas en las escuelas, sin mencionar la pandemia del COVID-19 que está afectando mental y físicamente a muchas personas.

Enfrente también su estrés

Ser padre o madre de un adolescente no es solo tristeza y oscuridad. Los años de adolescencia también están llenos de buenos momentos y recuerdos que quedan para toda la vida.

Sin embargo, cuando atraviese momentos difíciles, debe saber que su salud mental también es importante. Desarrollar comportamientos saludables y buscar ayuda profesional para uno mismo constituyen un buen ejemplo. Estos esfuerzos lo beneficiarán a usted y a su hijo adolescente. Así que respire profundamente y sea amable consigo mismo. Recuerde que sus hijos no serán adolescentes para siempre.