Consejos para conciliar la vida laboral y personal de las madres

Madre con su hija pequeña trabajando desde casa

Como madre, conciliar el trabajo y la familia puede afectar el bienestar físico y mental, lo que podría llevarla a trabajar menos o incluso a renunciar.

El estrés puede causar extenuación y agotamiento, un sueño deficiente y la omisión del ejercicio y las comidas. Si es crónico, puede contribuir a problemas físicos como la presión arterial alta.

¿De qué forma las madres como usted pueden afrontar las dificultades habituales para conciliar la vida laboral y personal? Pruebe las siguientes ideas y, si no satisfacen sus necesidades, piense en cómo puede adaptarlas a su realidad:

  • Problema: “No me puedo desconectar del trabajo cuando estoy en casa”.

    Puede que dejar el trabajo “en el trabajo” sea más difícil de lo que parece. ¿Qué medidas puede tomar? La mayoría de los software telefónicos tienen una función de “No molestar” que desactiva las llamadas telefónicas, los mensajes de texto y las notificaciones de aplicaciones de todos los contactos, excepto algunos elegidos, durante un horario específico.

    Otra posibilidad es eliminar las aplicaciones de comunicación de su teléfono, lo que la obligará a conectarse a una computadora cuando sienta la tentación de simplemente revisar. Si las tareas o la agenda del día siguiente la distraen, dedique cinco minutos a anotar esos pensamientos en una hoja de papel a fin de quitarlos de su mente.
  • Problema: “No puedo asistir a todos los eventos de mis hijos”.

    Más de 1 de cada 4 mujeres que respondieron a una encuesta de la Oficina de la Mujer del Departamento de Trabajo de los EE. UU. mencionaron que recibieron menos de dos semanas de aviso sobre sus horarios de trabajo. Además, cerca de 1 de cada 3 mujeres no disponía de permiso remunerado. Es posible que esta falta de adaptación obligue a las madres trabajadoras a ausentarse. Siempre que sea posible, infórmele a su empleador por adelantado de la lista de las actividades más fundamentales a las que debe asistir con el fin de aumentar sus posibilidades de tener un turno de trabajo más favorable. En el caso de los eventos a los que deba faltar, pídale a un familiar o amigo que se encargue de llevar a sus hijos y que le envíe fotografías por mensaje de texto en tiempo real o que transmita el evento con una aplicación de video en directo a su teléfono o computadora.
  • Problema: “No tengo tiempo para hacer ejercicio”.

    Pero tampoco se puede permitir quedarse sentada y seguir con un estilo de vida sedentario. La inactividad física, aunque sea comprensible por las exigencias de la vida laboral y personal, puede aumentar los riesgos de sufrir enfermedades cardíacas o ataques o derrames cerebrales. La American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) recomienda realizar, al menos, 150 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad elevada, o bien una combinación de ambas, preferiblemente distribuidas entre la semana. Los beneficios incluyen el alivio del estrés, de la ansiedad, de la depresión y del enfado. Además, a largo plazo, puede disminuir la presión arterial, mantener un peso saludable y mejorar la resistencia, entre otros beneficios. Lleve un bolso con ropa para hacer ejercicio en caso de que surja un poco de tiempo. Puede ponerse esas zapatillas de tenis y hacer una llamada de trabajo mientras da un paseo por los alrededores. Quizá pueda convencer a sus hijos para que elonguen o se ejerciten con usted afuera.
  • Problema: “Me siento agotada”.

    Recuerde seguir los principios básicos, como dormir entre 7 y 9 horas cada noche y mantenerse hidratada durante el día. Estos pequeños pasos pueden aliviar la fatiga. Si necesita obtener más ayuda, visite a un profesional de la salud, quien podrá determinar si existen motivos médicos subyacentes que expliquen su agotamiento físico y mental.
  • Problema: “Me siento tan culpable de no poder hacerlo todo”.

    Sea amable con usted misma. Muy pocas personas pueden hacerlo todo, independientemente del tiempo y los recursos que se dispongan. Optimizar su lista de tareas para el trabajo y el hogar puede ayudarla a concentrarse en lo que más importa y priorizar su tiempo. Asimismo, cuando empiece a pensar en lo que no puede hacer, recuerde lo que ya ha hecho por su familia. Con el tiempo, estos pensamientos positivos pueden ayudar a minimizar los sentimientos intrusivos y negativos que tiene.