Yesenia Berbiar, mujer real del 2021

La recuperación de la mujer después de una cirugía cardíaca y un ataque cerebral hace que sienta una profunda gratitud por la salud que tanto le costó ganar.

El ataque cerebral de Yesenia Berbiar conllevó al descubrimiento de una afección cardíaca no diagnosticada que tenía desde su nacimiento. También explicó los problemas de salud persistentes y le dio una nueva apreciación de la vida.

Yesenia Berbiar siempre siguió un estilo de vida saludable para combatir sus antecedentes familiares de enfermedades cardíacas. Pero en enero del 2020, seis semanas después de una histerectomía, comenzó a tener síntomas preocupantes una vez que regresó a casa.

Estaba desorientada, no podía sonreír y tenía problemas para levantar las cejas. Lo que más la asustó fue la confusión que sintió y la incapacidad de responder cuando se le preguntaba por su fecha de nacimiento; todos síntomas comunes de un ataque cerebral.

Sola, su esposo estaba en el trabajo, se resistió a llamar al 911, en parte porque pensó que sus síntomas se debían a un nuevo medicamento.

En retrospectiva, la demora fue un error, uno que ella no quiere que otras mujeres cometan.

“No dudes, solo llama”, dijo. “Tu vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos”.

Las llamadas telefónicas con su esposo y sus hijos la convencieron de que buscara atención médica.

“Está en nuestros genes sentirnos invencibles”, dijo Berbiar, de 49 años, asistente administrativa que vive en Santa Clarita, California. “Creemos que somos supermujeres y que tenemos que manejar todo. Como mujeres, siempre hacemos cosas por los demás y es difícil pedir ayuda”.

Una vez en el hospital, pasaban los días mientras los especialistas intentaban averiguar qué había causado el ataque cerebral. Finalmente, determinaron que tenía un orificio en el corazón, conocido como foramen oval permeable.

Los médicos le dijeron que tenía FOP desde su nacimiento. El diagnóstico fue aterrador, dijo. Lo peor fue el momento, principios del año 2020, porque la pandemia de COVID-19 significó retrasos en su atención de seguimiento.

Mientras esperaba la cirugía para reparar su afección, estaba decidida a mantener una actitud positiva.

“Fracasar o rendirme no es una opción para mí”, dijo. “Cada día es una elección. Debes recordar que eres fuerte. Puedes hacerlo”.

En mayo del 2020, Yesenia tuvo una cirugía para corregir el FOP y dijo que los efectos positivos fueron evidentes casi de inmediato. Uno fue dormir mejor porque su respiración ya no se vio afectada por la afección. Los problemas causados por su ataque cerebral han mejorado con la terapia, incluido el uso limitado de su lado izquierdo y una incapacidad temporal para hablar.

Yesenia lo atribuye al apoyo de su familia, que “nunca perdió la fe en ella”, incluso cuando no estaba segura de que podía aprender a hablar de nuevo. Ahora, a menudo repetirá “mamá”, una primera palabra común que le enseñaron cuando se recuperaba del ataque cerebral, debido a su gratitud por poder hablar.

“Una de las conversaciones que tuve con Dios fue, ‘si quieres que continúe ayudando a las personas, devuélveme el habla’”, cuenta.

Yesenia dijo que su situación médica la hizo apreciar su salud. Eso la motiva a compartir su experiencia con otras mujeres en riesgo de problemas cardíacos.

“Para mí, cada momento es una bendición”, dice ella. “Amo mi corazón. Constantemente lo toco y le hablo, agradeciéndole por no fallarme, aunque tardó tanto ser diagnosticada. Es algo que nunca más voy a dar por sentado”.