La depresión y las cardiopatías

La depresión y las cardiopatías

Lo primero en lo que muchas personas piensan después de un infarto al miocardio, una cirugía cardíaca o un ataque o derrame cerebral es el impacto en el bienestar físico. Pero el precio mental y emocional que las enfermedades cardíacas les cobran a las mujeres es muy real, y no debería ignorarse. Superarlo puede llevar tiempo.

Las mujeres que padecen enfermedades cardíacas suelen experimentar más sentimientos de depresión que los hombres. Existen tratamientos seguros y muy eficaces, que incluyen la administración de medicamentos o el asesoramiento psicológico, junto con la gestión de los cuidados. 

Signos indicativos de una posible depresión

La depresión no aparece en una radiografía; sin embargo, es una enfermedad médica grave. Es más que un cambio temporal en el estado de ánimo, como despertarse y sentirse mal un día, pero sentirse mejor al siguiente. Es habitual tener un sentimiento de tristeza prolongado cuando se padecen enfermedades cardíacas. Enfrentarse a las limitaciones y preocupaciones tanto sobre los tratamientos como sobre el futuro puede resultar abrumador.

La depresión puede detectarse mediante comportamientos y actitudes. Sentirse indiferente, desmotivado o desinteresado por las cosas, pero al mismo tiempo satisfecho, es apatía. Pero estar triste, desanimado y no tener esperanzas en el futuro o tener ideas suicidas* son signos de depresión. 

Si presenta cinco o más de los síntomas de depresión y duran más de dos semanas, hay muchas probabilidades de que sufra esta afección. Programe una cita con el profesional de la salud con el fin de someterse a una evaluación y analizar las opciones de tratamiento.

Cómo tratar la depresión

En primer lugar, reconozca que necesita apoyo emocional. La mayoría de los síntomas mejorarán en algún momento, pero es posible que sea conveniente relacionarse con otras personas. Luego, acuda a sus seres queridos; querrán apoyarla.

Aquí tiene algunos consejos sobre cómo afrontar la situación:

  • Cuente con alguien de confianza. Comuníquese con familiares, amigos o con algún clérigo. Posiblemente las personas de su entorno ya sepan que está deprimida y deseen ayudar. No querrán que atraviese esta situación sin compañía, así que comuníqueles cómo se siente. Incluso podrían ayudar a aliviar su carga emocional.

  • Hable de las opciones de tratamiento con el profesional de la salud. Reconozca que posiblemente la depresión sea una consecuencia de la afección cardíaca. Cuando piense en su período de recuperación general, incluya la depresión en su tratamiento. Las mejores maneras de combatir la depresión suelen ser la asistencia psicológica, los medicamentos o, en algunos casos, ambas opciones. El profesional de la salud puede aconsejarle sobre lo que más le conviene.

  • Libérese de sus sentimientos. Hable sobre ellos, escríbalos o únase a un grupo de apoyo. La depresión es un trastorno común, no un defecto de carácter, y no debe tener miedo a hablar de ella. Relacionarse con otras personas sobrevivientes también puede ayudar a superar la depresión, sobre todo cuando se puede sentir miedo o soledad.

  • Mantenga la actividad física. La actividad física habitual ayuda a liberar endorfinas, las cuales contribuyen a que se sienta mejor. Las mujeres físicamente activas tienen menor riesgo de depresión y deterioro cognitivo.

* La línea de ayuda 988 en los casos de suicidio y crisis es una red nacional de centros locales para las crisis que proporciona apoyo emocional gratuito y confidencial a las personas que sufren una crisis relacionada con el suicidio o angustia emocional las 24 horas del día, los 7 días de la semana en los Estados Unidos. Llame o envíe un mensaje de texto al 988 para obtener ayuda.