¿Cómo afecta la salud mental al corazón?

Cómo cuidar la salud del corazón, incluso durante un cuadro de depresión
Cuando nos sentimos deprimidos, es fácil recurrir a nuestra comida reconfortante favorita o dejar de hacer ejercicio. Pero pensar en la salud del corazón es importante, incluso cuando no te sientes alegre.
Cuando una persona está estresada, ansiosa o deprimida, puede sentirse abrumada. Es menos probable que elija un estilo de vida saludable. Es más probable que haga lo siguiente:
- Fumar más
- No realizar ninguna actividad física
- Dormir poco o demasiado
- Beber demasiado alcohol
- No tomar los medicamentos recetados
Con el tiempo, estos comportamientos no saludables pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
El trauma, la depresión, la ansiedad y el estrés pueden provocar cambios que afecten la salud, y no solo porque podrías caer en hábitos perjudiciales para el corazón. Las investigaciones demuestran que la salud mental también tiene efectos fisiológicos en el cuerpo.
La depresión afecta a más de un tercio de los estadounidenses mayores de 18 años. Se calcula que uno de cada cinco adultos estadounidenses padece una enfermedad mental.
¿La depresión puede causar cardiopatías o infartos al miocardio?
Cuando se sufre depresión, ansiedad o estrés, se producen muchos cambios en el organismo que pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. La depresión y la ansiedad también pueden desarrollarse después de los eventos cardíacos, como la insuficiencia cardíaca, el ataque o derrame cerebral y los infartos al miocardio.
¿Qué puedo hacer para aliviar mi estrés, ansiedad o depresión?
Si luchas contra la depresión, el estrés o la ansiedad, estos tres pasos clave pueden ayudar.
1. Identifica y resuelve lo que te está causando estrés, depresión o ansiedad.
Recurre a la terapia si es necesario.
A veces puedes sentirte triste durante un par de días, pero si esto se prolonga durante dos semanas o más, es posible que necesites buscar ayuda. La depresión es un problema cuando provoca una pérdida de interés por las actividades que antes disfrutabas, junto con otros asuntos como problemas para dormir y cambios de peso o sentimientos persistentes de tristeza la mayor parte del día, casi todos los días. Puede provocar diversos problemas emocionales y físicos y mermar tu capacidad para desenvolverte en el trabajo y en casa.
2. Elige hábitos saludables y no te apresures.
Si no tienes el hábito de hacer ejercicio, comienza gradualmente.
Algo tan sencillo como dar un paseo de 30 minutos al día, incluso si solo se hace de a 10 minutos por vez, puede ayudar al corazón. La actividad física mejora tu estado de ánimo mientras la realizas, pero la actividad física regular también puede mejorar el bienestar mental, reducir el riesgo de depresión y mejorar la calidad de vida general. La AHA recomienda realizar 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada.
Si el consumo de alimentos poco saludables se ha convertido en un hábito, intenta utilizar técnicas de cocina más saludables o sustituir ingredientes para reducir la grasa, el azúcar añadido, el sodio y las calorías. Consuma bocadillos saludables, como frutas y verduras frescas, o elige ensaladas sin aderezos y otros platos bajos en grasa cuando comas fuera.
3. Incorpora otros cambios de estilo de vida saludables uno a la vez.
No intentes “arreglar” todo al mismo tiempo. Sobre todo si uno de los hábitos que deseas eliminar es el de fumar.
Dejar de fumar puede ser difícil. Si fumas, habla con tu profesional de la salud para decidir si necesitas medicamentos u otras terapias para ayudarte a dejar de fumar. Las terapias pueden incluir medicamentos de reemplazo de la nicotina o medicamentos con receta. También puedes solicitar una derivación para ingresar a un programa para dejar de fumar.
En última instancia, debes cuidarte para romper el ciclo de la depresión. Podrías practicar alguna actividad estructurada, como yoga, taichí o algo que puedas hacer en cualquier lugar, como meditar, escuchar música o leer un libro.