Las mujeres y el estrés

Mujer joven estresada frotándose las sienes

Según los estudios, el COVID-19 afectó desproporcionadamente a las mujeres. Afrontaron los problemas comunes de la incertidumbre, la dificultad financiera y el aislamiento social.

También enfrentaron más estrés durante la pandemia por los siguientes motivos: 

  • Aumentaron sus responsabilidades con la educación de los hijos en casa y el cuidado de los familiares enfermos.
  • Experimentaron más desempleo o trabajaron en lugares que no ofrecían tiempo libre remunerado para los días de ausencia por enfermedad.
  • Fueron la mayoría de los trabajadores de la salud, que soportaron el impacto emocional de estar en la primera línea y tener contacto cercano con pacientes enfermos.
  • Experimentaron más violencia doméstica.
  • Tuvieron problemas con el acceso reducido a servicios de salud de calidad.
  • Se adhirieron a protocolos médicos cambiantes durante el embarazo, lo que provocó mayor estrés y ansiedad.
  • Se enfrentaron a más desigualdades según su raza y edad. Por ejemplo, las mujeres hispanas y de raza negra presentaban más probabilidades de tener trabajos de cuidado que no ofrecen seguro médico ni tiempo libre para acudir a citas médicas.

Cómo afecta el estrés a las mujeres

En tiempos difíciles, es posible que las mujeres tengan menos probabilidades de priorizar su propia salud mental y física. Los hombres y las mujeres experimentan algunos de los mismos efectos del estrés, como problemas para dormir y sistemas inmunitarios más débiles. Sin embargo, las investigaciones sugieren que las mujeres pueden sentir otros efectos del estrés de manera diferente que los hombres.

El estrés en mujeres está vinculado con lo siguiente:

  • Problemas cardíacos. Los altos niveles de estrés pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede provocar problemas médicos graves, como ataques o derrames cerebrales e infartos de miocardio. Los efectos negativos del estrés pueden ser mayores en mujeres menores de 50 años con antecedentes de problemas cardíacos.

  • Dolores de cabeza y migrañas. Los dolores de cabeza tensionales son comunes en las mujeres y pueden estar asociados con otros dolores y molestias corporales.

  • Afecciones estomacales. El estrés a corto plazo puede causar diarrea o vómitos. El estrés a largo plazo puede causar síndrome de intestino irritable, una afección dos veces más común en mujeres que en hombres. El estrés puede empeorar los gases y la inflamación.

  • Obesidad. Las mujeres tienen un mayor riesgo de aumentar de peso a causa del estrés que los hombres.

  • Dificultades para quedar embarazada. Los niveles de estrés más altos aumentan la probabilidad de tener problemas para quedar embarazada. No poder quedar embarazada también es una causa de estrés.

  • Problemas con el ciclo menstrual. El estrés crónico o a largo plazo puede provocar un síndrome premenstrual más grave o menstruación irregular.

Manejar el estrés en tiempos inciertos

Es esencial empoderar a las mujeres para que prioricen su salud mental y eliminar las barreras para su atención. Las mujeres deben comunicarse con un profesional de la salud si el estrés ha aumentado demasiado como para manejarlo solas. Fumar o comer en exceso para afrontar el estrés son formas poco saludables de lidiar con él.

Los hábitos saludables diarios pueden mejorar la forma en que el cuerpo maneja el estrés. Algunos de estos incluyen lo siguiente:

  • Haz ejercicio. La actividad física regular mejora el estado de ánimo, la energía y la calidad del sueño.

  • Come bien. Evita el exceso de cafeína, azúcar y alimentos grasos. Opta por comidas nutritivas bien equilibradas.

  • Recárgate. Aléjate de las listas de tareas y apaga las noticias. Busca pasatiempos saludables y prioriza tu salud.

  • Conéctate. Busca apoyo de familiares, amigos y grupos sociales.
     
  • Duerme mejor. Intenta tener siete o más horas de sueño de calidad por noche.

  • Medita. La meditación puede ayudar a reducir el estrés. También puede ayudar a mejorar la ansiedad y a reducir la presión arterial.

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Cardiovascular disease is the No. 1 killer of women, yet too many women remain unaware of their greatest health threat. Our Go Red for Women Class of Survivors share their personal stories to raise awareness of heart disease and stroke and inspire other women to take action to improve their physical health and mental well-being. Because when we come together and Go Red, we are more powerful against cardiovascular disease.
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