Zuleyma Santos, mujer real del 2022

A Zuleyma Santos le falló el corazón después de dar a luz a su hija; ahora una batería la mantiene con vida.

Zuleyma Santos, de 37 años, necesita un nuevo corazón.

Por ahora, la madre de dos hijos lleva consigo 10 libras (4,5 kilos) de baterías para alimentar un dispositivo implantado quirúrgicamente que ayuda a su corazón a bombear.

“Ahora que sé que te puede pasar cualquier cosa cuando estás embarazada a cualquier edad, siempre hay que hablar, cualquier cosa que sientas”, dice Zuleyma, que nunca se imaginó que tener un bebé pudiera provocar una insuficiencia cardíaca.

“No piense que está atrapada porque no tiene una voz. Sí tenemos una voz”.

Los problemas de Zuleyma comenzaron después del nacimiento de su hija en agosto de 2019, cuando Zuleyma presentó dificultad para respirar en el hospital. Los médicos le diagnosticaron miocardiopatía periparto, una forma poco común de insuficiencia cardíaca que se manifiesta durante el último mes del embarazo o hasta cinco meses después del parto. Tiene un corazón agrandado que no bombea con suficiente eficacia para satisfacer la demanda de oxígeno de sus órganos.

Durante unos meses, fue a un cardiólogo y pensó que estaría bien porque era joven. Al verano siguiente, tenía náuseas constantes y estaba agotada, pero pensó que se debía al calor. En otoño, entraba y salía de las salas de emergencias y le administraron medicamentos que no le servían.

“Una noche, me sentí tan mal que me llevaron de urgencia al hospital”, dijo la mujer de Los Ángeles. “Cuando llegué, me intubaron. No sabía que mi corazón trabajaba tan rápido y con tanta fuerza que mis órganos también estaban dejando de funcionar”.

Zuleyma se encontraba en la fase 4 de la insuficiencia cardíaca. Se despertó días después y se había sometido a una cirugía para insertarle una bomba cardíaca temporal llamada Impella. Esto la mantuvo con vida durante los dos meses y medio siguientes en el hospital. A mediados de diciembre, los cirujanos le retiraron la Impella y le implantaron un dispositivo de asistencia ventricular izquierda (DAVI) para ganar tiempo para un trasplante de corazón.

“Cuando volví a casa, lo hice con 10 libras (4,5 kilos) de baterías y 14 cicatrices”, dijo Zuleyma, quien se somete a tratamientos para reducir sus anticuerpos y poder recibir un nuevo corazón y evitar el rechazo de órganos.

El esposo de Zuleyma, Christopher Valdez, se ocupó de las cosas en casa cuando ella estuvo hospitalizada. Mientras tanto, él estaba librando su propia batalla contra el cáncer y se había sometido a quimioterapia. Zuleyma estuvo en casa durante cinco semanas y recuperó la fuerza suficiente para conducir y levantar a sus hijos antes de que su esposo necesitara ser hospitalizado. Chris perdió su batalla con el cáncer en marzo del 2020.

“Realmente, siento que esperó hasta que llegara a casa para que él pudiera ir al hospital”, dijo.

A pesar de todo, Zuleyma mantiene una perspectiva positiva y quiere inspirar a otros a “vivir su vida”.

“Vive cada minuto y vive en el momento”, dijo. “No pienses en el futuro. Vive, crece, sé mejor y más saludable y más feliz hoy mismo”.

Zuleyma disfruta de las “pequeñas cosas” con sus hijos, como correr y jugar con ellos en el parque. Se compromete a luchar para sobrevivir por ellos.

“Mi DAVI y yo vamos a salir adelante”, dijo. “Si eso significa que tengo que usarlo todo el tiempo, lo usaré. Cuando me digan que tenemos un corazón, me lo quitaré con gusto”.