Los vegetales cultivados en casa hacen que las comidas familiares sean más saludables

padre con niños en una huerta

Plante una huerta para disponer de verduras frescas y saludables en su propio jardín. No hay nada como un tomate de cosecha propia, madurado por el sol y recogido en el momento perfecto de la temporada. Además, disponer de productos frescos hace que sea aún más fácil incluir al menos una ración en cada comida y bocadillo.

Además, la jardinería aporta beneficios para la salud más allá de la nutrición. Es una forma divertida de hacer actividad física y de pasar tiempo al aire libre todas las semanas, ya que hay que cavar, echar abono, podar, regar y retirar las malas hierbas. También puede ayudar a liberar el estrés y la ansiedad.

No se necesita un gran jardín ni mucho equipamiento. Lo más necesario es la luz del sol unas seis horas al día y tener fácil acceso al agua.

¿No sabe nada de plantas?

Puede empezar poco a poco plantando en macetas. Es una forma estupenda de experimentar sin agobiarse. Para empezar con buen pie, plante plántulas (también denominadas plantas de semillero) de otros jardineros o de viveros locales. Los canteros elevados ofrecen una superficie despejada de tierra preparada; se pueden encontrar kits de fácil montaje en tiendas. Existen versiones diseñadas para facilitar el acceso a personas en silla de ruedas. Lo primero es llenarlos con una buena tierra que drene bien y después ya se puede empezar a plantar. 

Decida lo que va a plantar.

Planifique un colorido cultivo de productos para obtener una buena variedad de vitaminas, minerales y nutrientes de su cosecha. Considere la posibilidad de plantar con un tema en mente, por ejemplo, tomates, cilantro, pimientos y cebollas para preparar su propia salsa.

¿Tiene poco espacio?

Busque las variedades favoritas que mejor se adapten a las macetas. Por ejemplo, pruebe con tomates o bayas que crezcan de forma más compacta que en sus versiones de suelo. O piense en vertical: Utilice las estructuras existentes como apoyo para que trepe una vid, cuelgue macetas a lo largo de una valla o en ganchos elevados, o bien adquiera una jardinera vertical. Las papas, las acelgas, la lechuga, los tomates cherry, los pimientos, la berenjena y la calabaza de verano crecen bien en macetas.

¿No hay suficiente sol?

Elija hierbas, lechugas u otros vegetales nutritivos que puedan crecer con sombra parcial. También puede considerar la posibilidad de plantarlos en el alféizar de una ventana o en la azotea.

¿No tiene patio?

Plante hierbas en macetas pequeñas y póngalas junto a una ventana soleada. Podrá cortar justo lo necesario para añadir sabor a sus recetas saludables sin tener que comprar un paquete entero en la tienda. Otra opción es crear o unirse a una huerta comunitaria, donde los vecinos se reúnen para cultivar alimentos y compartir la cosecha. Visite communitygarden.org para buscar una huerta en su zona.

Involucre a los niños.

A los niños les encanta ensuciarse las manos. La jardinería es una gran oportunidad para enseñarles cómo se cultivan los alimentos. Y la ventaja es que es muy probable que los niños quieran probar alimentos que ellos mismos han plantado o cosechado. Incluya verduras que crezcan rápido, como rábanos y lechugas, para que no tengan que esperar todo el verano para probar los frutos de su trabajo. Las plantas como tomates cherry o moras son fáciles de recolectar y solo necesitan un lavado rápido antes de comérselas. Ventaja adicional: Las frutas y verduras de cosecha propia pueden servir de gran inspiración para preparar una noche de ensaladas caseras.


Lipton

Nationally Supported by

Lipton

Egg Nutrition Center

Nationally Supported by

Egg Nutrition Center

Sorghum Checkoff

Nationally Supported by

Sorghum Checkoff

Eggland's Best

Nationally Supported by

Eggland's Best