Mujer real del 2023: Shemellar Davis

La siguiente es la historia de Shemellar y no es una recomendación ni un diagnóstico. Las historias se editaron para resumirlas.

Shemellar Davis descubrió que su corazón tenía un problema grave luego de dar a luz a su segundo hijo. Su presión arterial se disparó durante el parto, y fue difícil estabilizarla. La mujer de 29 años tuvo malestares durante un par de días, lo que llevó a los médicos a realizarle una ecocardiografía.

La ecocardiografía ayudó a encontrar el problema: un corazón de tamaño aumentado que luchaba para funcionar correctamente. Un cardiólogo le diagnosticó a Davis una cardiomiopatía posparto, que es un tipo de insuficiencia cardíaca relacionada con el embarazado, además de hipertensión.

“En realidad, no me preocupé por ello, ya que no me daba cuenta de lo grave que era" afirma Davis, quien ahora tiene 46 años y es profesora de quinto grado cerca de Houston. “Creí que era algo que había ocurrido solo por estar embarazada y que desaparecería con el tiempo”.

Cerca de tres semanas después, la madre de Davis falleció a los 52 años debido a complicaciones de la insuficiencia cardíaca congestiva. El diagnóstico no era algo que se hubiera discutido en la familia.

“Estábamos devastados. Su muerte llegó de la nada. Se fue a dormir y nunca volvió a despertar”, cuenta Davis. “No había estado enferma. Sabíamos que tenía una enfermedad cardiovascular y que estaba en la lista para un trasplante de corazón, pero no creí que fuera a morir”.

Davis comenzó a hacer preguntas sobre sus antecedentes familiares de salud cardíaca. Descubrió que tenía tíos que habían fallecido debido a ataques al corazón. Su abuela había fallecido debido a una complicación cardíaca tras dar a luz a su hijo menor.

“Luego del fallecimiento de mi madre,” nos cuenta, “pensé que yo también moriría por el mismo motivo”.

Davis conversó con su cardiólogo, que le recetó un betabloqueador para su corazón y un medicamento para ayudarla con la presión arterial alta. Aprendió a controlar su ingesta de sodio y a cambiar su dieta. Afortunadamente, Davis ya no está considerada como paciente con insuficiencia cardíaca, pero continúa tomando sus medicamentos.

“Mi familia es de contextura delgada, por lo que es engañoso pensar que todas estas personas delgadas y esbeltas no padezcan enfermedades cardiovasculares”, dice. “Tenemos que aprender, así como enseñar a otros, que las apariencias engañan y que verse de cierta forma no significa que uno esté sano”.

Davis controla su presión arterial antes de levantarse de la cama y registra esos valores. Puede ajustar la dosis de sus medicamentos según sea necesario. Además de cambiar sus hábitos alimenticios, Davis corre tres veces a la semana y practica yoga para ayudar a disminuir el estrés de su trabajo.

“Tengo que asegurarme de cuidarme bien, así como de ser profesional en mi trabajo, porque eso es muy importante, y quiero estar mucho tiempo con mis hijos”, afirma.

Davis cree que vivió un tiempo con hipertensión, pero que no se la diagnosticaron debido a la ausencia de síntomas. No está sola en la lucha contra la hipertensión, que se ha denominado el "asesino silencioso". Cerca de un 58% de las mujeres afrodescendientes padece hipertensión arterial. La presión arterial alta que se desarrolla durante el embarazo se asocia con un riesgo un 67% mayor de enfermedades cardiovasculares posteriores.

Davis dice que se "sintió anormal" por recibir un diagnóstico cardíaco a los 29 años, y que se sentía fuera de lugar acudiendo a citas cardiológicas con personas mayores. También se sentía sola, ya que no conocía a otras personas con miocardiopatías posparto. Si bien se había sentido avergonzada de compartir su experiencia con las enfermedades cardíacas con gente que no fuera de su familia, espera que su historia ayude a otras personas.

“Quiero que las demás personas comprendan que solo porque se sienten saludables y lucen de cierta forma no significa que no estén en riesgo. Visiten a su médico. Acudan a sus chequeos. Hagan preguntas, porque yo nunca las hacía”, comenta.

“Asegúrense de conocer sus antecedentes, porque en realidad no conocemos nuestras historias familiares hasta que ocurre una tragedia”.

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