Mantener a los niños saludables en casa durante el coronavirus

Familia tomándose de las manos, caminando con máscaras

Ayude a desarrollar comportamientos saludables para el corazón para los niños en edad preescolar en casa con Healthy Way to Grow.

Una preocupación apremiante como es una pandemia global puede desviar rápidamente la atención de otros problemas de salud importantes que enfrentan las familias. Uno es el problema de la obesidad infantil, un problema que podría agravarse debido al ritmo de vida más lento que generó el COVID-19.

Numerosos riesgos para la salud cardiovascular y mental están asociados con la obesidad infantil, y muchos expertos esperan ver aumentos tanto en los problemas de salud mental como en la obesidad como resultado del COVID-19.

El riesgo de obesidad en la infancia

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la obesidad infantil afecta al 40% de los niños de entre 2 y 5 años, lo que aumenta su riesgo de diabetes de tipo 2, asma y depresión.

Los datos de un estudio publicado en el “Early Childhood Education Journal” de la American Heart Association muestran que los niños diagnosticados con sobrepeso entre los 7 y 13 años de edad pueden desarrollar cardiopatías a los 25 años. Sin embargo, las medidas preventivas que se toman en la primera infancia pueden ayudar a reducir este riesgo.

Mantener a los niños pequeños sanos mientras están en casa durante la pandemia requiere prestar especial atención su nutrición, a la actividad física y al tiempo en las pantallas. Programas como Healthy Way to Grow de la American Heart Association, un programa nacional de asistencia técnica para la primera infancia con base científica, brindan recursos educativos para ayudar a las comunidades, los educadores y los cuidadores a mejorar las prácticas y políticas para la prevención de la obesidad.

Estos consejos del programa pueden ayudar a los profesionales de la infancia y a los cuidadores a promover mejores prácticas en la vida diaria de los niños.

Nutrición

Menos del 1% de los niños tienen dietas ideales y menos del 10% tienen dietas razonablemente saludables, según la American Heart Association. En un día cualquiera, el 27% de los niños de 2 y 3 años no comen vegetales; entre los que lo hacen, las papas fritas, que son ricas en grasas y bajas en nutrientes, son las más comunes. De hecho, los datos muestran que los niños comen alimentos menos nutritivos hasta la edad de 19 años.

  • Los niños deben consumir una variedad de alimentos diariamente, incluidos verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, proteínas magras de origen vegetal o animal y pescado. Al mismo tiempo, los niños deben reducir el consumo de las grasas trans, las carnes procesadas, los carbohidratos refinados y las bebidas endulzadas.

  • Las comidas programadas constantemente y la combinación de nuevos alimentos con opciones que ya disfrutan son dos formas de ayudar a formar hábitos más saludables. Tenga en cuenta que las opciones saludables se deben aplicar a lo largo de todo el día, no solo para las comidas, sino también para los refrigerios y las bebidas. Comer juntos como familia brinda la oportunidad de modelar una alimentación saludable y alentar a los niños a probar alimentos nuevos. También ponga el agua a disposición de los niños durante todo el día.

  • En el caso de los bebés, la alimentación proporciona nutrición para su crecimiento físico y mental. Por regla general, los bebés sanos de entre 4 y 5 meses pesan el doble que al nacer. Los lactantes y niños con cardiopatías congénitas e insuficiencia cardíaca congestiva o cianosis (coloración azulada de la piel) tienden a ganar peso más lentamente. Un aumento de peso de entre 8 onzas y 1 libra (230 y 450 g) al mes es aceptable en bebés con un defecto cardíaco.

Actividad física

Solo alrededor del 20% de los niños realiza suficiente actividad para cumplir con las recomendaciones de actividad física.

  • Ya sea que trabaje con niños en un entorno de cuidado infantil o en casa, busque formas de incorporar planes de lecciones que ofrezcan experiencias de aprendizaje sobre alimentación saludable y actividad física, y asegúrese de que el cronograma diario incluya mucho tiempo de juego activo.
  • El programa Healthy Way to Grow recomienda que todos los niños, incluidos los bebés, tengan al menos dos horas de juego activo al aire libre al día, si el clima y la calidad del aire lo permiten. Los niños pequeños deben participar de 60 a 90 minutos, mientras que se recomiendan 120 minutos de juego activo diario para los niños en edad preescolar. La mitad del tiempo debe ser estructurado y dirigido por un maestro o cuidador mientras que el tiempo de juego restante debe ser desestructurado y debe depender del niño.

Obtenga más información sobre cómo proteger la salud y el bienestar de los niños en su hogar y comunidad en healthywaytogrow.org.