Enfermedades cardíacas asociadas a la demencia en las mujeres

upset women with head in hands

Si bien las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en todo el mundo, las enfermedades cerebrales, especialmente la enfermedad de Alzheimer y la demencia, están aumentando considerablemente. Por lo general, estas afecciones se asocian a muchos de los mismos factores de riesgo que causan enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta, la obesidad, la diabetes y el tabaquismo.

Alrededor del 10% de los adultos mayores de 65 años padecen demencia; sin embargo, esta afección es más frecuente en las mujeres (12.9%) que en los hombres (7.3%).

¿Qué relación tienen las enfermedades cardíacas con la salud cerebral?

El deterioro cognitivo y la demencia suelen observarse después de un ataque o derrame cerebral o de una enfermedad cerebrovascular e indican un deterioro de la salud cerebral.

En varios estudios, se ha relacionado el riesgo de demencia con las enfermedades cardiovasculares. Los hallazgos incluyen lo siguiente:

Los estudios también demuestran que mantener una buena salud vascular se asocia con un envejecimiento saludable y con la conservación de la función cognitiva.

La aterosclerosis, la acumulación de depósitos de grasa en las arterias, es una de las causas de muchas enfermedades vasculares, incluida la demencia. Las enfermedades cardíacas también pueden provocar cambios neurodegenerativos en el cerebro.

¿Por qué las mujeres con enfermedades cardíacas corren riesgo de padecer demencia?

El riesgo de padecer demencia es mayor en las mujeres con enfermedades cardíacas que en los hombres con enfermedades cardíacas. Más del 44% de las mujeres estadounidenses padecen algún tipo de enfermedad cardiovascular, por lo que es importante que todas cuiden su salud física y cerebral.

Además, los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad, aumentan la probabilidad de padecer demencia.

Se ha demostrado mediante investigaciones que las mujeres mayores sobrevivientes de ataques cardíacos tienen el doble de probabilidades de sufrir un deterioro de la memoria y la capacidad cognitiva.

Las etapas de la vida propias de las mujeres también pueden influir en el riesgo de padecer demencia.

Las mujeres que tienen una presión arterial alta durante el embarazo corren el riesgo de padecer demencia vascular en el futuro.

Las mujeres menores de 40 años con menopausia prematura tienen un riesgo un 35% mayor de padecer demencia en comparación con las mujeres en edad menopáusica (entre los 50 y los 51 años). Las mujeres que tienen una menopausia prematura, antes de los 45 años, tienen un 30% más de probabilidades de padecer demencia presenil antes de los 65 años. Por lo tanto, puede ser importante que las mujeres que experimentan la menopausia de forma temprana se sometan a una evaluación para detectar el deterioro cognitivo.

Comprender la relación entre las enfermedades cardíacas y la demencia es importante para las mujeres de todas las edades. Tomar el control de su salud mediante cambios saludables en su estilo de vida es bueno para su cuerpo y mente.

La presión arterial alta, la diabetes y la obesidad también están relacionadas con un mayor deterioro cognitivo.

Las mujeres que presentan una presión arterial alta y diabetes tienen mayor riesgo de padecer deterioro cognitivo. Es importante prevenir y tratar la presión arterial alta a una edad temprana para favorecer la salud cerebral y cognitiva.

El exceso de peso también es un motivo de preocupación. Más del 40% de las mujeres estadounidenses padecen obesidad. Los adultos mayores obesos tienen casi un 30% más de probabilidades de padecer deterioro cognitivo que los adultos con un peso normal o sobrepeso.

El tabaquismo también está relacionado con un mayor riesgo, entre un 30% y un 40% más, de padecer demencia. Aproximadamente el 11% de las mujeres estadounidenses son fumadoras.

Debido a que aún no existe un tratamiento eficaz para la demencia, las mujeres que se esfuerzan por prevenir o controlar los factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad, también pueden estar preservando la salud de su cerebro.