Consejos diarios para mantener a tu familia activa

familia jugando con aros de hula-hula

¿Cómo puedes ayudar a tu familia a estar más activa físicamente y a hacer ejercicio suficiente para mantenerse sanos? Muévete más y siéntate menos, en interiores o exteriores, en tu rutina diaria.

A continuación, te ofrecemos 26 consejos para ayudarte a ti y tu familia a estar más activos.

  1. Pon en marcha el jardín. Practicar jardinería, cortar el césped y arreglar el patio de la casa son excelentes opciones para mantenerse activo al aire libre. ¿No tienes patio? No te preocupes. Prueba la jardinería en macetas o ve a un jardín comunitario local.

  2. Muévete más. Existen muchas formas fáciles y divertidas de agregar más actividad a tu rutina diaria.

  3. No te preocupes por el atuendo. No necesitas ropa especial para salir a caminar. Un par de zapatos cómodos y que apoyen bien los pies y unas cuantas prendas básicas son todo lo que hace falta para empezar.

  4. Haz ejercicio mientras trabajas. Agrega actividad saludable a tu día de trabajo. Toma recesos para caminar, deambula mientras hablas en las reuniones, practica yoga o estírate durante el tiempo de inactividad.

  5. Prográmalo. ¿Te cuesta dedicarle tiempo a la actividad física? Ponte una alarma en el teléfono o prográmalo en tu calendario y trátalo como una cita importante.

  6. Se amable con tus pies. Cuida de tus pies (y también de las rodillas y las piernas) para que puedas moverte más sin molestias.

  7. Establece un objetivo. Tener un compromiso u objetivo, como hacer actividad durante al menos 150 minutos cada semana, te ayudará a no desviarte del camino. Cuéntaselo a otras personas para sentirte más responsable de cumplir. Si tienes una personalidad competitiva, propón un reto virtual a tus amigos, familiares o compañeros de trabajo a ver quién logra cumplir sus objetivos de manera constante a largo plazo.

  8. Movilízate. ¿Tienes previsto pasar mucho tiempo en el teléfono? Conversa caminando en tu vecindario. Si utilizas auriculares, asegúrate de que puedas oír bien el tráfico.

  9. Acelera el ritmo. Cuando camines, corras o andes en bicicleta, aumenta el tiempo que le dedicas a la actividad y, luego, aumenta la intensidad. Por ejemplo, aumenta la velocidad de baja a rápida o elige una ruta con más colinas o pendientes. También puedes alternar entre intensidad moderada y fuerte. De esta manera, lograrás un ejercicio más intenso en la misma cantidad de tiempo.

  10. Únete a tus amigos. Buscar a una persona que te recuerde hacer actividad física o pedirle a un amigo que te obligue a cumplir también puede ayudarte a lograr tus metas de estado físico.

  11. El ejercicio primero. Cambia la rutina de tu familia. Sal a andar en bicicleta con tus hijos o salten la cuerda antes de empezar a realizar las tareas escolares o domésticas. Todos se sentirán mejor y podrán pensar mejor.

  12. Elige bien tus horarios. Si crees que es más probable que duermas hasta tarde a que hagas ejercicio por la mañana, tal vez sea mejor que te propongas hacer ejercicio a otra hora del día.

  13. Baila. Haz espacio, pon música y tómate un descanso para bailar. Puedes darte energía a una reunión de trabajo, una sesión de estudio, un domingo tranquilo o una noche de juegos. Deja que cada persona tenga su turno para escoger la música escuchar las canciones favoritas de todos.

  14. Tómate un descanso de las pantallas. En lugar de zambullirse en la TV o en un videojuego después de cenar, dedique ese momento a actividades familiares. Dé un paseo, practique un deporte o juegue a la mancha o al escondite.

  15. Los padres activos. Los expertos afirman que, más que cualquier otra cosa, lo que los niños desean es pasar tiempo con sus padres. Para ello, no solo los mandes a jugar afuera, ¡sal a jugar con ellos!

  16. Realiza un entrenamiento más suave y agradable. Prueba actividades de conciencia plena, como con el yoga, el tai chi o el qi gong. Estas prácticas suaves para el cuerpo y la mente pueden reducir tus niveles de estrés y tienen la ventaja de que puedes hacerlas casi en cualquier lugar.
     
  17. El estrés no es una excusa para saltarse una sesión de entrenamiento. La actividad física habitual puede ayudarte a manejar el estrés y dormir mejor, además de tener más energía.

  18. Incorpora algo de ejercicio mientras miras la televisión. Camina o corre sin moverte del sitio o en una cinta de correr, levanta pesas o haz yoga mientras miras tus programas favoritos. Haz pausas en una maratón de televisión para introducir un poco de actividad entre episodios. También puedes hacer competencias con tus hijos para ver quién hace más “burpees” (sentadilla más lagartija), lagartijas o saltos de tijera durante los cortos comerciales.

  19. Haz lo que te guste. Busca actividades que se adapten a tu personalidad y te brinden motivación para seguir practicándolas. Si eres una persona sociable, intenta unirte a una clase de ejercicios virtual o llamar a un amigo para hacer ejercicio juntos. Si prefieres el tiempo a solas, practicar yoga o correr pueden ser una mejor opción.

  20. Haz tareas domésticas activas. Haz que cada miembro de la familia saque una tarjeta todos los días con una tarea activa diferente para hacer. Limpiar después de la cena, pasear al perro, sacar la basura, doblar la ropa lavada y sacar los platos del lavavajillas son buenas maneras de hacer que tu familia se levante del sofá y realice las tareas domésticas.

  21. Haz actividad por una causa. Si te gusta ayudar a otras personas, los eventos comunitarios que incluyen actividad física, como la caminata Heart Walk, son una forma estupenda de hacer algo saludable y retribuir a tu comunidad. Algunos incluso ofrecen entrenamiento deportivo, oportunidades para equipos y premios.

  22. Haga actividades alternativas durante sus citas. Una noche con tu pareja o mejor amigo no tiene por qué involucrar ir a cenar y ver una película. Haz una lista de actividades divertidas para hacer juntos, como pasear, jugar al boliche o minigolf, bailar, practicar escalada en interior o bailar el hula-hula. Usa tu creatividad: las posibilidades son infinitas.

  23. Busca oportunidades para caminar más. Aumentar tu nivel de actividad no tiene por qué llevarte mucho tiempo. Puedes caminar prácticamente en cualquier momento y lugar, y cada minuto cuenta para alcanzar el objetivo de al menos 150 minutos a la semana.

  24. Acostúmbrate a hacer calentamiento. Un calentamiento (y relajación posterior) adecuado puede ayudar a mejorar la flexibilidad y evitar lesiones. Te sentirás mejor después de cada entrenamiento y tendrás más probabilidades de seguir haciéndolo.

  25. Es una vida de perros. Un perro puede ser un excelente compañero para caminar o correr.

  26. Muévete a cualquier lugar. Crea tu propio circuito de entrenamiento en casa. No necesitas equipo, solo un poco de fuerza de voluntad y creatividad.