Comer sano sin salirse del presupuesto: planificar con antelación

Comer de forma saludable, es decir, incluir mucha fruta, verdura, proteínas magras y cereales integrales en tu plan de alimentación, no tiene por qué costar mucho. Si compras de forma inteligente y planificas con antelación, te sorprenderás la cantidad de alimentos saludables que puedes comprar sin gastar mucho dinero.
Planificar con antelación
- Prepara los menús y las listas de compra con antelación. Así evitarás tomar decisiones impulsivas, que a menudo incluyen alimentos que no son saludables. Si planificas, puedes optar por la opción saludable y más sencilla. Tómate unos minutos durante el fin de semana con el objetivo de repasar tus recetas saludables favoritas y elaborar un plan de comidas para la semana.
- Utiliza la tecnología. Hay una aplicación para eso. Busca una aplicación de lista de compras o de planificación de comidas con una función de lista de compras. Esto te ayudará a comprar los ingredientes que necesites rápidamente para tu plan de comidas saludables.
- Cocina los fines de semana. Si entre semana tienes mucho trabajo, prepara la comida con antelación o cocínala el fin de semana y guárdala en el refrigerador o el congelador. Solo tienes que descongelar cuando lo necesites y recalentar para disfrutar de comidas y cenas sin complicaciones.
- Prepara bocadillos. Corta frutas y verduras y tenlas a mano en porciones individuales en el refrigerador. De este modo, tú y tu familia tendrán bocadillos saludables listos para consumir.
Sé inteligente a la hora de comprar para ahorrar
- Busca ofertas y descuentos. Es el momento para aprovisionarse de productos congelados y enlatados (sin azúcares añadidos ni sodio extra).
- Utiliza vales y participa en las promociones de descuentos en la tiendas. Esto facilita el seguimiento de las ofertas.
- Compra productos frescos de temporada. Por ejemplo, los arándanos cuestan menos en primavera y verano, cuando están en temporada. Pagarás más por ellos en otoño e invierno cuando se envían desde climas más cálidos.
- Evita los alimentos preparados envasados individualmente. La comodidad puede ser tentadora, pero suele ser más saludable y barato preparar los mismos alimentos en casa. Por ejemplo, compra frutas enteras, como sandía y piña, en lugar de los trozos cortados que vienen en un recipiente. Es mucho más barato hacerlo en casa y solo te llevará unos minutos.
- Compra productos locales. Los productos de un mercado de agricultores o de una granja local suelen estar más frescos cuando son locales porque no deben recorrer una larga distancia para llegar a un almacén de distribución de alimentos y, luego, ser entregados en el supermercado. Los alimentos locales suelen recolectarse en su punto óptimo de frescura, lo que les confiere el mejor sabor y un valor nutritivo.
- Compra a granel. A menudo, cuanto más se compra, menos cuesta por unidad. Considera la posibilidad de comprar alimentos a granel y dividir el costo con amigos o familiares.
Crea una nueva rutina
- Comienza de a poco. Empieza con un pequeño cambio y sigue a partir de ahí. Muchos pequeños cambios darán grandes resultados. Antes de que te des cuenta, tendrás una nueva rutina saludable.
- Haz un cambio saludable a la vez. De esta manera, ni tú ni tu familia se sorprenderán ni se sentirán decepcionados.
- Involucra a toda la familia. Los niños pueden ayudarte con la planificación de las comidas, la compra de alimentos e incluso en la cocina. Deja que cada miembro de la familia sea chef durante un día y se encargue de una comida en particular. Anima a los niños más grandes a jugar a leer las etiquetas nutricionales y las listas de ingredientes en la tienda de comestibles. Deja que los niños más pequeños elijan nuevos tipos de frutas y verduras para probar.
- Aprende a cocinar de forma saludable y sin salirte del presupuesto. Echa un vistazo a esta lista de alimentos saludables a menos de $1 y recetas económicas.